La 13ª edición de “Bojos per la Ciència” (Locos por la Ciencia), el programa de excelencia dirigido a estudiantes de bachillerato con un alto interés en la ciencia, la tecnología y la investigación, celebró la inauguración del curso 2025 el pasado 10 de enero en Món Sant Benet. El acto logró reunir a más de 700 asistentes, entre los más de 254 estudiantes, familiares, investigadores y miembros de la organización.
Este año, el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC) se ha sumado al programa con una propuesta conjunta con el Instituto de Química Avanzada de Cataluña (IQAC-CSIC), titulada “Bojos per la Salut Global” (Locos por la Salud Global), cuya meta es que los estudiantes profundicen en cómo los distintos elementos de nuestro entorno impactan en la salud humana y ambiental. Al programa se han apuntado quince jóvenes, quienes a lo largo de 16 sesiones teórico-prácticas durante los sábados de enero a junio trabajarán junto a científicos y científicas de ambos centros de investigación con una amplia trayectoria en sus respectivos campos.
“Nuestro objetivo es ayudar a los y las estudiantes a conocer cómo se trabaja en un centro de investigación y a fomentar su curiosidad y entusiasmo por la ciencia, sobre todo ahora que están a punto de decidir sobre su futuro. Creemos que es una ocasión única de experimentar actividades de nuestro día a día como las salidas de campo y el trabajo en laboratorio, que de otro modo no conocerían”, explica Ana Sotres, coordinadora de Bojos per la Salut Global.
El programa también promueve que los participantes valoren la importancia de la colaboración multidisciplinar para abordar los desafíos complejos de la sociedad, al tiempo que fortalece habilidades clave como el pensamiento crítico y la comunicación y divulgación científica.
Un inicio en el terreno
Bojos per la Salut Global arrancó por todo lo alto el sábado 25 de febrero con una primera salida de campo al río Llobregat, a cargo de Carlos Barata y Juliette Bedrossiantz, investigadores de los grupos de Química Ambiental y Geociencias del IDAEA-CSIC.
“Hemos enseñado a los estudiantes cómo se muestrea un río para estudiar el impacto de la contaminación ambiental. Las muestras tomadas serán procesadas en el laboratorio en sesiones posteriores para analizar los contaminantes presentes y evaluar efectos toxicológicos. Con los macroinvertebrados, realizaremos ensayos de biomarcadores y con los extractos de las muestras de agua, procederemos a ensayos de toxicidad en modelos acuáticos de laboratorio para evaluar efectos sobre el sistema nervioso y circulatorio”, explican los investigadores.
Otros temas que se abordarán durante el curso giran en torno a la contaminación, los análisis químicos, los organismos modelo, la toxicología, la química médica y nanomedicina y el diagnóstico ambiental, entre otros.
Conoce más sobre Bojos per la Ciència, un programa que desde el 2013 ha compartido el valor de la ciencia con más de 3.000 estudiantes de excelencia, y sobre Bojos per la Salud Global aquí.