El pasado 12 de noviembre, en el marco de la Semana de la Ciencia, el IDAEA celebró la segunda edición de su Jornada de Puertas Abiertas, en la que el público general pudo participar en talleres interactivos sobre contaminación del aire, toxicología y soluciones sostenibles para la contaminación del agua. Los visitantes se dividieron en dos sesiones, cada una con itinerarios adaptados para adultos y niños. Investigadores del IDAEA lideraron las actividades, explicando los avances más recientes en cuestiones medioambientales que afectan a los ecosistemas, la biodiversidad y la salud humana.

Juliette Bedrosiantz, del grupo de Toxicología Ambiental, impartió un taller sobre el uso de organismos modelo, concretamente peces cebra y dafnias, en estudios ecotoxicológicos. Los asistentes tuvieron la oportunidad de observar estos animales a través de lupas binoculares, obteniendo información valiosa sobre su comportamiento y respuestas.

La investigadora Juliette Bedrossiantz mostró larvas de pez cebra a los asistentes durante la Jornada de Puertas Abiertas del IDAEA. | Alejandro Rodríguez.

El taller desarrollado por Mercè Garí, del grupo de Geoquímica y Contaminación, se centró en la exposición humana al mercurio, realizando análisis en tiempo real de muestras de orina de los asistentes. Esta demostración resaltó la importancia de reducir el consumo de determinadas especies de pescado en poblaciones sensibles, en línea con las recomendaciones de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición. Al mismo tiempo, Marta Via, del grupo EGAR, presentó la estación de medición de calidad del aire ubicada en el jardín del IDAEA. Explicó cómo las partículas en suspensión pueden afectar a nuestra salud y ofreció medidas prácticas para minimizar su impacto.

Izquierda: Mercè Garí en el servicio the análisis de mercurio; derecha: Marta Via explica la contaminación por partículas en la estación de monitoreo. | Alejandro Rodríguez

Por su parte, la investigadora Carmen Bedia, del grupo de Quimiometría para Ómicas Ambientales, explicó el uso de líneas celulares para evaluar los efectos de los contaminantes. Trabajar con células permite evitar el uso de animales en estos estudios y facilita el análisis de múltiples efectos en un corto periodo de tiempo. Por último, las responsables de comunicación y divulgación, Ana Sotres y Alicia Arroyo, dirigieron un taller sobre la eliminación de la contaminación de aguas subterráneas mediante microalgas, el principal objetivo del proyecto LIFE Spot. Enfocado a niños, el vídeo del proyecto LIFE Spot utilizó los cuentos de Los Tres Cerditos y Caperucita Roja para transmitir el mensaje de que las microalgas pueden ser una solución sostenible para eliminar nitratos, antibióticos y otros contaminantes de las aguas subterráneas.

Izquierda: Carmen Bedia durante su taller sobre el uso de líneas celulares en estudios toxicológicos; derecha: Ana Sotres y Alicia Arroyo desarrollan el taller sobre soluciones ecológicas para tratar la contaminación de aguas subterráneas. | Alejandro Rodríguez